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23 jun 2012

Evaluando el diseño


Escribo desde el aeropuerto Benito Juárez. Pienso que las salas de espera de los aeropuertos son lugares que comparten características peculiares: diversidad de personas, con muchos estados de ánimo,  lugares en los que conviven la impaciencia de algunos por llegar a su destino con la tranquilidad de otros empeñados en pasarla tranquilos mientras esperan.
Acabo de ver  uno de mis diseños en acción, así que espero mi vuelo tratando de responder algunas preguntas ¿Qué hace que el diseño de un curso sea exitoso? ¿De qué depende que el diseño de un curso aplicado con dos audiencias parecidas, tenga resultados diferentes?
1. El diseño con pautas claras: Nada tan riesgoso como un diseño ambiguo. Bajo el pretexto de dejar un espacio a la creatividad del facilitador se permiten generalidades  que no describen las actividades. Recordemos que el facilitador tiene que atender muchas variables en simultáneo: el control del grupo, manejo de la energía, secuencia lógica del aprendizaje, orden de los materiales, etc.  El diseño tiene que ser su apoyo cuando le describe al detalle y paso a paso, la secuencia de aprendizaje.
2. El diseño que facilita la adaptación: Efectivamente hay momentos que será necesario que el facilitador evalúe,  que “lea” al grupo y haga adaptaciones. Un buen diseño se adelanta y advierte. De ser necesario pone condiciones y propone alternativas. “Antes de realizar la actividad A asegure que los participantes conozcan B.  Si lo conocen realice la actividad A, si no lo conocen asegure con la actividad C.
3. El diseño debe basarse en actividades de aprendizaje: Algunos creen equivocadamente que las pautas claras (mencionadas en la primera sugerencia) deben reflejarse en una secuencia de diapositivas super específicas que contienen  todo el discurso del facilitador.
Las actividades diseñadas en función del objetivo permiten al facilitador concentrarse en el participante y recoger señales de su comprensión y nivel de aprendizaje.
4. Asegurar el aprendizaje individual: El diseño puede incluir trabajos colaborativos (en equipo) pero debe asegurar un nivel básico de aprendizaje individual para que el producto del equipo sea el reflejo del logro del grupo y no esconda la falta de comprensión de algunos.
El diseño es la ruta que trazamos para llegar al objetivo de aprendizaje. El facilitador puede seguir la ruta a paso lento o rápido, deteniéndose o sin parar, pero si sigue la ruta acompañado de los participantes, llegarán a la meta: el aprendizaje